Pantano desaguando

Óleo realizado alla prima en monocromo sobre lienzo texturizado

Uno de los recuerdos que tengo de mi niñez en la huerta es que casi todos los años teníamos inundaciones, a veces sin haber visto llover esos días.

Comenzaba un periplo de visitas al rio a ver como crecía, vigilar las motas para los de más abajo no las rompieran y pensar en los familiares que teníamos viviendo en lugares más altos para poder irnos con ellos.

Una de las más graves no fue por la rotura del rio, sino por la rambla de Santomera en 1947, que destruyó medio pueblo y mató a 42 personas.

Gracias a la gestión del agua se consiguió que un pantanal se transformara en nuestra querida huerta de Murcia.